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La Voz de La Verdad

REFLEXION: ¿CRISTIANOS PRO GAY?

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Por Simón Aquino

Hace algunos días llego a mis manos una carta abierta firmada por un numero de supuestos “cristianos” que se decían aceptar el homosexualismo sin ningún argumento bíblico sólido, también aceptar el matrimonio gay, expresando su rechazo a la postura radical que en su mayoría los hijos de Dios hemos tomado con respecto a estos temas, una postura contraria al matrimonio gay, a la aceptación de la ideología de género y a la vez rechazo a la agresión o violencia contra las personas que practican esta manera de uniones sexuales.


En la lista de firmantes ponían al costado los “títulos” de dichas personas, como si esto les avalara para su afirmación anti bíblica, de que Dios no clasifica como pecado el estilo de vida gay.

Una carta que solo busca generar confusión, en los años que tenemos de ministerio hemos apoyado, ministrado y ayudado a cientos de personas que vivian o tenían una inclinación al homosexualismo en diferentes naciones, por lo que no estoy solo hablando desde lo teórico, en nuestro caso, hemos estado con ellos los últimos años como para saber, que los más perjudicados con este tipo de confusas cartas, son aquellos que dejaron este estilo de vida por el poder de Dios, reconstruyéndola en libertad y plenitud, más aun los que desean esos cambios, y que aún el mismo circulo gay les condena con violencia por intentar cambiar.

Dios está en contra del estilo de vida homosexual, en eso no hay duda, los movimientos LGTB (lésbico, gay, transexual y bisexual) lo saben y han puesto dentro de la lista de obstáculos a quitar, la convicción de la iglesia, para esto no solo la acusaran de “falta de amor”, o poco respeto a sus derechos de “elección sexual”, también verán la manera de tergiversar sus enseñanzas, cosa que ya comenzaron algunos en distintos libros que buscan hacer una revisión de la postura mayoritaria de la iglesia en general o en cartas como la mencionada.


El argumento de que se puede ser hijos de Dios, tener buenas obras y a la vez ser homosexual es inconsecuente con la verdad bíblica, sin duda la salvación es por fe y no por obras, pero esta fe nos lleva a obedecer lo que Dios dice, lo que nos debería alejar de todo aquello que la biblia llama pecado, este pensamiento de compatibilizar “cristianismo de buenas obras” y vida gay, ha tomado fuerza gracias a que el movimiento de derechos homosexuales a usado las comunicaciones, series, películas, programas de tv, novelas y libros, como instrumentos de educación para que se acepte el estilo de vida homosexual, sumado a esto la llamada “ideología de género” ha sido adoptada por diferentes naciones según la política del gobierno de turno.

Por esta razón, debemos mantener nuestras convicciones firmes, fortalecidas no en nuestros pensamientos, sino mayormente aun en las escrituras, las que con toda claridad han establecido un diseño para cada hombre y mujer, para la sexualidad y el matrimonio, discriminando y haciendo una separación clara entre lo establecido por Dios y lo que las escrituras consideran inmoral, tal como lo lee, las escrituras discriminan todo el tiempo, entre lo bueno y lo malo, entre el justo y el impío.

Dios es amor, pero ese amor busca perdonar el pecado y limpiarnos de él, en esto se manifiesta su amor, no en que tolere todo tipo de comportamiento, sino que en su santidad y pureza, decida amarnos y acercarnos a Él, para ser cambiados y trasformados en personas nuevas.


Juan 3:16 es un versículo clave del amor de Dios, nos dice que el nos amo tanto que dio a su único hijo, para que no nos PERDIÉRAMOS, esto significa, que hay ciertos comportamientos que el desaprueba y que por ende nos alejan de su presencia, perdiéndonos en un abismo del que solo El podía sacarnos, enviando a su hijo.


El amor de Dios no se entiende en la tolerancia, sino que solo se comprende en la medida en que conozco cuan santo y puro es El, y lo mucho que aborrece el pecado, no lo que nosotros consideremos pecado, sino lo que Él llama pecado.


La “teología” pro gay está usando diferentes argumentos para debilitar la convicción de la iglesia, uno de ellos es la diferencia cultural e histórica, entre los hechos de la biblia y la realidad actual, estableciendo que aunque los escritos rechazan abiertamente el homosexualismo, solo sería parte de la cultura de los hombres de esa época, todo aquel que asume este argumento como verdadero, tendría que asumir las escrituras ya no como un libro inspirado por Dios, sino solo como un conjunto de crónicas culturales, leyendas y fabulas judías. Sin embargo Jesucristo y los apóstoles no solo le dieron a las escrituras una cualidad eterna, sino además de inspirada por Dios e infalible, si esta dice que adulterar es pecado, no solo se refería a ese momento, si Jesús dice que Dios creó “hombre y mujer” (mateo 19:4-6) y formo un matrimonio, no lo dice como si esta fuera una fábula, sino como una verdad eterna y vigente, no podemos creer que Jesús es Dios, que su mensaje es divino y a la vez que se equivocó en su interpretación cultural e histórica.


Para Dios nadie nace homosexual, la ciencia intenta afirmar esta falacia, pero sus estudios no son concluyentes, ni pasan de ser una teoría sin fundamento, puesta en duda por los últimos avances en materia de ADN e información genética, el hecho es que el comportamiento homosexual se aprende y adopta, principalmente cuando una sociedad lo acepta y lo impulsa, claramente el comportamiento homosexual se acrecentara en dicha comunidad.


El segundo argumento un poco más elaborado, busca revisar algunos versículos y tratar de demostrar que Dios no se refería al homosexualismo, sin embargo todos los intentos han fracasado rotundamente, lo que les mostrare en un segundo escrito. Por ahora solo quiero dejar en claro, que no hay manera de decir “soy cristiano” y a la vez aceptar el estilo de vida homosexual, porque esto sería contradecir las escrituras y el mensaje de santidad dado por Jesucristo.De la misma manera, es imposible ser “cristiano” y tener un comportamiento violento o de agresión al homosexual, debemos separar entre el pecado y el pecador, como Cristo también logro hacerlo, amándonos y permitiéndonos una nueva oportunidad en las vidas que teníamos antes de conocerle.

En nuestros años de trabajo y ayuda a aquellos que desean un cambio, hemos visto que muchos de aquellos homosexuales poseen profundas carencias de amor, afecto y dirección, solo una iglesia de convicciones claras podrá responder a esos miles que desean ser libres, la ambigüedad en estos temas nos volverá irrelevantes.

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